Es una pera colgada que toda la casa alumbra sin tener humo ni llama.           (La bombilla)	No soy el sol. tampoco el fuego; pero la casa bien que caliento.        (La calefacción)
Cuatro patas tiene y no puede andar; también cabecera, sin saber hablar.        (La cama)	Llevo mi casa al hombro, camino sobre una pata y voy marcando mi huella, con un hilito de plata.              (El caracol)
Todas somos altas gordas o delgaditas y echamos mucho humo por nuestras cabecitas.          (La chimenea)	Sólo un ojo tengo, más no necesito; puedo abrirme todo  lo que sea preciso.          (La llave)
Un reloj muy especial que se pone en una mesa, y nos dice sin fallar que hay que levantarse aprisa.          (El despertador)
Tengo agujas y no sé coser, tengo números y no sé leer.          (El reloj)	Es un campo colorado con los surcos muy derechos; muy alto está situado e inclinado de dos lados.        (El tejado)
En la hierba del jardín como serpiente se enrosca, y en los días que no llueve agua arroja por su boca.            (La manguera)	Las aspas se movían  con el aire en otro tiempo; y ahora son las aspas quienes producen el viento.         (El ventilador)
boca arriba o boca abajo,  funciono siempre lo mismo, el tiempo pasa incansable, pero yo, quieto, lo mido.       (El reloj de arena)

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